Un día, una reja

Así nos extorsionaron, nos obligaron a pintarles la reja para conocerlos, y la verdad lo agradezco. Para el trabajo de un ramo necesitabamos contactar a una organización mapuche, y ellos sólo accedieron a conversar con nosotros si nosotros accedíamos a pintar su reja. Para muchos esto puede sonar a extorsión, pero no se acerca siquiera.
Llegamos en la mañana bien temprano, entre 10 y 11. Comenzamos a lijar la bendita reja de 50 mts de extensión con más ganas que técnica por lo que bien temprano tuvimos que llamar por refuerzos. 3 amigos de otro integrante del grupo se unieron, trabajamos duro hasta las 1 cuando nos invitaron a pasar a su "ruca" y almorzar todos juntos. Nos hicieron pantrucas y una especie de sopaipillas raras sin zapallo y con levadura. Después de comer seguimos trabajando, pero ahora se nos unieron personas de la comunidad. Al final terminamos de pintar como a las 8, y nos invitaron a tomar mate y comer sopaipillas en la ruca, como el día estuvo frío, prendieron un fuego alrededor del cual nos reunimos.
Sé que parece que estoy prostituyendo el blog que era para mercados digitales, pero la verdad creo que todo esto tiene mucho que ver con lo que el curso trata de inculcarnos, esto tiene mucho que ver con crear nuestra identidad. Los mapuches la tienen clara, y lo que parecía una extorsión en verdad fue la lección de este trabajo: sólo pudimos enteder el funcionamiento de la organización al integrarnos con ella. Eso es algo que con preguntas nunca llegaríamos a entender, y en el contexto del curso, para que se entienda que no estoy disparando ideas a locas y a tontas, nos ayuda a entender el por qué la gente colabora, algo que al parecer para mucha gente del curso es algo totalmente incomprensible. Está en nosotros, en el hecho de ser humanos, en nuestros genes tal vez, ese bichito a querer ser parte de algo.
Ojalá todos los días pinte una nueva reja.